William Bennet Stevenson fue un viajero ingles que recorrió Chile, Perú y Colombia entre 1804 y 1827. Observador agudo y memorioso, Bennet escribió un libro que lleva el explicito título de: “Historia y descripción de veinte años de residencia en América del Sur”. El párrafo adjunto pertenece a las páginas de ese libro. En ella describe una danza que para los cajatambinos resulta familiar y que para los indígenas de Huacho era -entonces- una costumbre durante las festividades de Corpus Christi a principios del siglo XIX:
“Durante la semana, la aldea está animada con diferentes comparsas de bailarines: una llamada huancos está compuesta de ocho o diez hombres que lucen grandes coronas con plumas de avestruz (de las llanuras de Buenos Aires) en sus cabezas; las plumas están amarradas en un rollo de tela roja, que sostiene no menos de quinientas largas plumas de varios colores pero particularmente el rojo. Tienen pequeños ponchos de brocado, tejido o de satén; en sus piernas llevan envolturas de cuero, llenas de cascabeles; sus rostros están parcialmente cubiertos por un pañuelo atado encima de sus bocas y llevan garrotes como armas; y en el brazo izquierdo un pequeño escudo de madera. Danzan a lo largo de las calles al sonido de flauta y tambor, manteniéndose al tono, de manera que las campanitas de sus piernas golpeen al mismo tiempo que la flauta y el tambor”
“Durante la semana, la aldea está animada con diferentes comparsas de bailarines: una llamada huancos está compuesta de ocho o diez hombres que lucen grandes coronas con plumas de avestruz (de las llanuras de Buenos Aires) en sus cabezas; las plumas están amarradas en un rollo de tela roja, que sostiene no menos de quinientas largas plumas de varios colores pero particularmente el rojo. Tienen pequeños ponchos de brocado, tejido o de satén; en sus piernas llevan envolturas de cuero, llenas de cascabeles; sus rostros están parcialmente cubiertos por un pañuelo atado encima de sus bocas y llevan garrotes como armas; y en el brazo izquierdo un pequeño escudo de madera. Danzan a lo largo de las calles al sonido de flauta y tambor, manteniéndose al tono, de manera que las campanitas de sus piernas golpeen al mismo tiempo que la flauta y el tambor”
No hay comentarios:
Publicar un comentario